jueves, 13 de agosto de 2009

El sueño y yo..

Existen cosas que aprendemos con el tiempo y a lo largo de nuestra vida, como por ejemplo a no ponerse barra de labios en una tormenta de arena o a no tocar un gato de pelo largo cuando llevamos puesto un jersey de poliéster. Pero hay algo que realmente aun no aprendí a hacer bien: como dormir por la noche cuando te estuviste rascando todo el día la barriguita (es decir, estando de vacaciones)..

Nada mas estar en la cama empieza el show: Ahí estoy yo, en la oscuridad, observando el techo y esperando.. Pero no pasa nada, ni pizca de sueño! Y ahora que? Empiezo a contar ovejitas? En la bola de lana numero cuarenta y siete me doy cuenta que todos esos bichos son iguales, berrean y huelen muy mal. Definitivamente la teoría mas estúpida para dormirse.

Quizás es que estoy mal acostada? Lo intento con yoga, posición numero 345: La mosca muerta. Después de diez minutos abandono el experimento. Suspiro y me doy media vuelta. Después de un rato largo parece que me esta entrando el sueño.. Perooo, no contaba con la astucia de mi perra que se subió a la cama y ahora es ella quien no coge postura. Toda la cama se mueve, un 7,9 en la escala Richter.. Apunto: mañana comprar comida dietética para perros. Que se joda..

Posición de yoga numero 192: El octopus. Escucho las campanadas dar las tres, mientras intento despertar la pierna derecha que se me ha quedado dormida por la posición rara de yoga.. Bueno, por lo menos ya se durmió mi pierna y ahora solo falta el resto del cuerpo. Conclusión: el yoga realmente es algo para sádicos!

Poco a poco me estoy desesperando, cosa que no ayuda mucho a la relajación.. Y ahora que? Mirar la tele? Ya no tengo sitio en la cocina para otro cacharro mas del TV-Shop.. No, solo hay una solución: (esa no, cochinos!) – levantarme y escribir..

No hay comentarios:

Publicar un comentario